El uso y la precisión de la inteligencia artificial (IA) ha crecido exponencialmente en los últimos años. Tanto es así que cada vez es más difícil discernir qué parte del contenido que consumimos fue generado por ella. El rápido auge de la IA ha venido acompañado de una investigación limitada sobre los efectos de la inteligencia.
Este estudio se propuso ver si los rostros generados por IA son detectables por las personas e incluso sugirió que estos rostros se parecen más a los humanos que los rostros reales. Sus hallazgos son un recordatorio aterrador de que la IA se está volviendo extremadamente poderosa.
Los investigadores de la Universidad Nacional de Australia sospecharon que la IA se había vuelto tan buena imitando la naturaleza que la gente preferiría las caras generadas a las naturales. Su investigación utilizó esta idea como inspiración.
Para ver si sus sospechas eran ciertas, los investigadores pidieron a 124 adultos que seleccionaran caras de IA de un conjunto mixto de IA y personas reales. Luego se les preguntó si confiaban en su elección. Para aprovechar investigaciones anteriores que afirman que la IA es mejor para imitar rostros blancos, utilizaron solo participantes y rostros blancos.
Sus sospechas terminaron siendo ciertas. Las tres caras principales que los participantes etiquetaron como humanas fueron en realidad generadas por IA. A la inversa, los participantes etiquetaron a tres personas reales como generadas por IA.
AI-Generated Faces More 'Real' Than Humans?
— RT_India (@RT_India_news) November 14, 2023
A majority of people can't tell fake headshots from the real deal - according to new research by Australian National University.
'Hyper-realism' was able to fool most people asked to identify Caucasian faces - but the same didn't pic.twitter.com/JCydmHJYnG
Las personas no solo eran malas para elegir caras falsas, sino que tampoco sabían que eran malas en eso. El 51% de los participantes no sabían distinguir caras y confiaban en que sus respuestas eran correctas.
Esto plantea una gran preocupación para el futuro de la desinformación por parte de la IA. Las personas pueden estar siendo engañadas y no sospechan nada.
Los investigadores realizaron un segundo estudio con 610 participantes para juzgar atributos específicos de las caras y determinar si eran IA o reales. Estudiaron 14 atributos que van desde la ubicación de los ojos hasta la calidad de la imagen y las proporciones.
Este estudio encontró que las caras de la IA parecían más normales y, por lo tanto, fueron detectadas como personas reales. Los participantes identificaron más incorrectamente como IA los rostros con rasgos proporcionales y memorables.
Esto va en contra de lo que podríamos haber pensado antes de este estudio y muestra el peligro de la IA. Las prácticas de clasificación naturales de las personas no son precisas para los rostros de la IA ahora. Las personas con mala intención que utilizan rostros generados por IA podrían manipular y engañar a las personas que utilizan este poder.