Las olas de calor ocurren cuando temperaturas extremadamente altas se mantienen durante varios días seguidos en una misma región. Ahora bien, lo que se considera "extremo" varía según el clima de cada lugar: 30 grados pueden ser normales en Formosa y completamente excepcionales en Bariloche.
El término "ola de calor" es una definición técnica que se usa para clasificar eventos de temperaturas fuera de lo común y no debería aplicarse a cualquier período de calor intenso. En Argentina, para que oficialmente se declare una ola de calor, deben cumplirse dos condiciones al mismo tiempo:
Estos umbrales se establecen utilizando el percentil 90, un criterio estadístico que marca a partir de qué temperatura se considera que el calor es "extremadamente alto" para cada lugar. Así, lo que es extremo en un sitio puede ser habitual en otro.
Imaginemos que tenemos un montón de datos, por ejemplo, las temperaturas máximas de todos los días de verano durante muchos años, preferentemente más de 30 veranos. Si ordenamos estos datos de menor a mayor, el percentil 90 es el valor que deja por debajo el 90 % de los datos, y por encima el 10 % restante.
En otras palabras, el percentil 90 nos indica qué temperaturas son tan altas que solo se dan el 10 % de los días más calurosos. Es decir, nos ayuda a identificar el calor realmente excepcional.
En Argentina son habituales las olas de calor. Es un fenómeno complejo que se produce por la interacción de varios factores atmosféricos y geográficos. No se trata simplemente de la llegada de aire caliente, sino de una combinación de procesos que intensifican y prolongan las altas temperaturas.
1. Bloqueo atmosférico: un factor clave es la presencia de un bloqueo atmosférico, una configuración atmosférica en la que las altas presiones se estacionan sobre la región central de Argentina e impiden el avance de sistemas frontales fríos. Gracias a esto, el aire caliente no tiene nada que lo disipe.
2. Subsidencia: el aire, como cualquier gas, está compuesto por moléculas que se mueven libremente y ocupan un volumen determinado. Dentro del bloqueo de alta presión el aire es obligado a descender, por lo que se mueve hacia el suelo donde la presión es mayor y "aprieta" la masa de aire, reduciendo su volumen. Esto hace que aumenten las colisiones entre moléculas y, por lo tanto, su velocidad. El aumento en la velocidad de las moléculas se manifiesta como un aumento de la temperatura. Por eso, el aire que desciende y se comprime se calienta.
3. Advección de aire cálido: vientos del norte transportan masas de aire cálido y seco desde el norte de Argentina y países vecinos hacia la región central. Este aire ya viene con temperaturas elevadas, y el bloqueo y la subsidencia intensifican aún más su calentamiento.
4. Radiación solar y sequedad: la alta presión y la subsidencia inhiben la formación de nubosidad y secan el aire, lo que permite que la radiación solar llegue con mayor intensidad a la superficie terrestre. Esto calienta aún más el suelo y el aire.
Las olas de calor pueden tener graves consecuencias para la salud, el medio ambiente y la economía. Algunas de las consecuencias más importantes son: