Argentina y Chile realizan con éxito la primera reintroducción internacional de fauna en Latinoamérica

En un esfuerzo sin precedentes, Argentina y Chile unieron fuerzas para rescatar al ñandú patagónico, cuya población está al borde de la extinción. Un operativo complejo, con traslados, monitoreo y cooperación internacional, podría marcar el camino para futuras reintroducciones de especies amenazadas.

especies amenazadas
El ñandú se redujo drascticamente en Chile

En un hito histórico para la conservación en Latinoamérica, Chile y Argentina unieron fuerzas para salvar al ñandú patagónico, un símbolo de la estepa que enfrenta un alarmante declive poblacional. La caza, la fragmentación del hábitat por cercos, la recolección de huevos, la predación por perros y la destrucción de nidos han reducido drásticamente su número, poniendo en riesgo su supervivencia.

En 2015, Tompkins Conservation Chile creó el Centro de Reproducción para la Conservación del Ñandú en el Parque Nacional Patagonia. Desde entonces, la población silvestre se triplicó, pero los esfuerzos aún resultan insuficientes para garantizar su recuperación total.

Para reforzar las poblaciones de la especie en Chile, Rewilding Argentina y Rewilding Chile, organizaciones surgidas de Tompkins Conservation, llevaron a cabo la primera translocación internacional de fauna silvestre en Latinoamérica. Quince ñandúes patagónicos (Rhea pennata) fueron trasladados desde el Parque Patagonia Argentina, en Santa Cruz, hasta el Parque Nacional Patagonia en la región de Aysén, Chile.

Un corredor interrumpido

A pesar de que solo 90 kilómetros separan ambos parques, cercos y otras barreras impidieron el desplazamiento natural de los choiques, nombre con que se conoce a esta ave, lo que hizo necesario el traslado asistido. En la región de Aysén, la especie enfrentó una disminución drástica debido a la sobreexplotación ganadera, la caza y la predación por perros.

Sebastián Di Martino, director de Conservación de Rewilding Argentina, explicó: “Seleccionamos individuos de una población en buen estado de conservación, asegurando un impacto mínimo en el grupo original y contribuyendo a la restauración de la especie en Chile”. Además, destacó el uso de tecnología GPS y telemetría para ampliar el conocimiento sobre los hábitos y la ecología espacial de los ñandúes.

El traslado no solo ayuda a restaurar la presencia del ñandú en Chile, sino que también refuerza la diversidad genética de la especie. La disminución de su población en Aysén generó un cuello de botella genético que amenaza su capacidad de adaptación al entorno. Con la introducción de nuevos individuos, se espera que la población gane resiliencia y estabilidad en el tiempo.

Un traslado sin precedentes

El operativo incluyó estrictos controles sanitarios para minimizar riesgos, especialmente ante la amenaza de la influenza aviar. Los ñandúes fueron transportados en un camión especial hasta Chile, donde permanecen en corrales de pre-suelta para completar su adaptación antes de ser liberados en su nuevo hábitat.

El Parque Patagonia es una legado del multimillonario estadounidense Douglas Tompkins, quien en 1990 compró y luego donó a Chile y Argentina 8.000 km2 de terrenos para la conservación de la naturaleza.

El proceso de adaptación es clave para la reinserción exitosa de los individuos en el ecosistema. Durante este período, los choiques se aclimatan a su nuevo ambiente, refuerzan habilidades de supervivencia y desarrollan lazos sociales con otros de la especie. Investigadores monitorean su comportamiento y estado de salud para garantizar que la transición sea lo más segura y efectiva posible.

Cristian Saucedo, director de Vida Silvestre de Rewilding Chile, subrayó la relevancia del proyecto: “Hasta ahora, no existían protocolos binacionales para la recuperación de especies amenazadas. Este hito demuestra que es posible una colaboración efectiva entre países para la conservación”.

Un modelo para futuras acciones

Kristine Tompkins, presidenta de Tompkins Conservation, calificó la iniciativa como un “hito histórico” y resaltó la importancia de la cooperación internacional para enfrentar la extinción masiva de especies. En la misma línea, el ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela, afirmó que este esfuerzo podría convertirse en un modelo para futuras acciones de restauración ecológica.

El ñandú patagónico, también conocido como choique, es una especie endémica sudamericana. Aunque no vuela, sus largas patas le permiten alcanzar altas velocidades y desplazarse a grandes distancias, cumpliendo un rol clave en la regeneración del ecosistema al dispersar semillas.

La reintroducción de estos individuos refuerza la diversidad genética de la población chilena y abre nuevas puertas para la colaboración ambiental entre ambos países.

Este caso no solo representa un avance para la conservación del ñandú patagónico, sino que también sienta un precedente en la gestión de fauna silvestre a nivel internacional. La experiencia obtenida en este proceso podrá aplicarse en otros esfuerzos de restauración ecológica, fortaleciendo el compromiso de ambas naciones con la preservación de su biodiversidad.